La parroquia responde a las exigencias del mundo.
La Iglesia, desde sus orígenes, se ha preocupado por llevar el mensaje de salvación a todo el mundo. Bien lo dice el evangelio cuando Jesús luego de la resurrección envía a sus discípulos a anunciar el mensaje de esperanza y amor propuesto por Él (Marcos 16,15). Desde este momento los discípulos iniciaron una tarea de ruptura con las barreras sociales, políticas y religiosas, iniciaron un camino de esperanza y de lucha, pues anunciar significaba ir a lugares donde no eran ni conocidos, ni aceptados, lugares que se convirtieron en un reto..
Este reto supera las fronteras de lo personal y de lo comunitario, pues el mundo presenta nuevas exigencias, nuevas oportunidades y nuevos estilos de fe y de conocimiento de la misma. Una de esas nuevas exigencias esta en las tecnologías de la informática y la comunicación (TIC’s), que permiten conocer de manera casi inmediata aquello que ocurren en el
Hoy, la Parroquia La Visitación, responde a esta propuesta de evangelización y asume como suya la intención de anunciar el evangelio desde los nuevos areópagos, desde estos nuevos espacios de comunicación que permiten llegar al otro y hacer suyo el mensaje de esperanza y salvación que la humanidad requiere.
Nuestra invitación, hoy, buscar que el lema “un lugar para el encuentro y la misión”, sea una realidad que permita acrecentar nuestra fe y fortalecer nuestro corazón desde el amor y la gracia. Esperamos que estos espacios de formación e información sea aprovechados para fortalecer la fe y acrecentar nuestro deseo de anunciar el evangelio.
mundo, esto permite que ya no se este frente a un mundo desinformado, sino que por con un solo clic se encuentra lo que se desea conocer (no importa la veracidad, solo el acceso al conocimiento). Por esta razón crear un boletín parroquia, crear canales de información en redes como facebook, Instagram, Twitter y una página web, que nos permitirá responder a las exigencias de un nuevo continente, el continente global, como lo denomino el Papa Benedicto XVI en su mensaje para la jornada XLIII de las comunicaciones sociales, en el año 2009.
